Hoy estamos en un proceso de cambio crítico, tratando de reducir los plásticos, tomando conciencia cada vez mas de la importancia de reciclar.
Cada día leo más proyectos hermosos de reciclaje y toma más fuerza el concepto de economía circular. Tiendas que reciclan ropa usada dando acceso a precios muy bajos de reutilización o incluso cambiando ropa buena por otra y me puse a pensar en la cantidad de plásticos que se botan después de navidad, juguetes hermosos pero de mala calidad que duran un rato, se rompen y terminan en la basura, contaminando nuestro entorno.
Y que tal si volviéramos a pensar como lo hacíamos antes, en que las cosas eran hechas para durar, porque importaba que pasaran con nosotros más de una generación, algo que le dejaríamos a nuestros hijos, incluso a nuestros nietos, porque lo usamos y lo quisimos nosotros mismos.
Por eso creé esta marca “Había una Vez un Zorro” se trata de eso, de volver a un pensamiento sustentable, ese que te hacía amar algo tanto que lo guardabas en el baúl de tus recuerdos para que tus hijos lo encontraran y lo usaran y le contaras historias sobre las hora que pasabas jugando, trayendo recuerdos imborrables de esos momentos 🙂
Mi idea de juguete es un Objeto de Arte. Que no solo sirva para entretener si no también para admirar, coleccionar y decorar nuestras vidas y espacio. Juguetes que no quieres botar para reemplazar por otros. Es por esto que nuestra marca recibe los productos que por accidente se hayan roto, para repararlos y volver a darles vida.
Espero que cada día mas marcas se suban a este modelo de pensamiento, juguetes, ropa, decoración, todo puede ser amado y reutilizado, basta de usar y botar porque salió algo mejor, pensemos en tener cosas que importen y que se impregnen de nuestros recuerdos, porque cada elemento de nuestro hogar tiene eso, partes de nuestra historia que nos define como seres humanos.